CON INSULTOS A COLOMBIANOS MADURO BUSCA DISTRAER CRISIS

Editorial

Con su habitual discurso socialista heredado de la retorica caribeña de los hermanos Castro, el presidente venezolano Nicolás Maduro lanzó fuertes ataques contra la comunidad colombiana residente en Venezuela y contra el país fronterizo tras ordenar el cierre limítrofe después de que tres militares y un civil resultaron heridos en incidentes registrados entre contrabandistas en una población fronteriza.

“La inmigración colombiana solo es comparable al éxodo de africanos y asiáticos hacia Europa” , dijo el mandatario que ha sido duramente criticado por los continuos atropellos a la oposición, la población menos favorecida y los medios de comunicación.

La ofensa no está en comparar el volumen de inmigrantes que llegan desde Colombia a tierras venezolanas cada año, principalmente en busca de negocios relacionados con mercancías como electrodomésticos, licores y cigarrillos. La ofensa radica en querer culpar a su vecino sudamericano de todo lo malo que le pasa a la nación venezolana, especialmente desde que asumió la presidencia tras la muerte de Chávez.

La realidad de la sociedad venezolana es cada día peor, las filas para obtener comida, la represión en las esquinas de Caracas, los secuestros a que están expuestos los extranjeros y la inflación que ya supera en 243%, ha acercado al modelo socialista de gobierno a la miseria y desesperación que reina en caribeños países como Haití y Cuba para no referirnos a países africanos.

Lo que también vale la pena analizar es la cantidad de ciudadanos venezolanos que diariamente huyen del país hacia Colombia, Estados Unidos y Europa con la intención de librarse de la sombra de pobreza que se cierne sobre el otrora “prospero país petrolero”.

Con el barril de petróleo al borde de caer por debajo de los 40 dólares y la inminente quiebra de Venezuela, era de esperarse que la llamada “Revolución Bolivariana” acudiera a sofismas de distracción como el que plantea el criticado mandatario que sigue ordenes del llamado “cartel de los soles” dirigido por personajes macabros como Diosdado Cabello, vinculado a actividades de narcotráfico y próximo a ser objeto de investigaciones internacionales por sus vínculos con bandas criminales en Latinoamérica.

Mientras que las multinacionales huyen de Venezuela, las aerolíneas suspenden vuelos, los bancos cierran sucursales y la –harinapan- se vende con cedula en mano, cuando hay, su vecino al que acusa de toda su desgracia, recibe nuevas empresas, mas inversión, mas extranjeros que quieren radicarse en su tierra y además recibe cada día más respaldo de las potencias mundiales para sus procesos económicos y sociales, aunque en ocasiones no estemos de acuerdo con la forma en que se gestan.

Maduro se está quedando solo, el petróleo cae y con él las pequeñas dictaduras que se alimentaron del que ellos mismos llamaron  “el excremento del diablo”. El final está cerca Nicolás, y como decía un sabio ex presidente y demócrata venezolano, “ponte las alpargatas que lo que viene es joropo”.